El Peine del Viento es una de las obras más famosas del célebre escultor vasco Eduardo Chillida. Bello en cualquier época del año, impresiona especialmente los días de temporal. Se trata de tres esculturas, formadas por barras de hierro retorcidas e incrustadas en las rocas, que peinan el viento que llega del mar Cantábrico al extremo occidental de la bahía de La Concha de San Sebastián, donde están colocadas.
El Peine del Viento, construido en 1977, se ha convertido en símbolo de la ciudad de San Sebastián. Hasta el punto que el Gobierno Vasco lo declaró Bien Cultural en 2019, como paso necesario en la larga carrera para declarar la obra Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
En momentos de fuerte oleaje (como el día que se tomaron estas fotos), una multitud suele concentrarse en este extremo de la playa de Ondarreta para contemplar cómo rompen con fuerza las olas en las esculturas oxidadas por el mar. También para esperar la salida de aire, sonido e, incluso a veces, agua pulverizada por los 7 orificios del suelo que conectan con el mar. Son momentos de emoción, juego y euforia colectiva en conexión con la naturaleza.
El arquitecto vasco Luis Peña Ganchegui diseñó la explanada, plataformas y escaleras de granito rosa, desde donde contemplar la obra de su amigo donostiarra. Fallecido en 2002, Chillida describió la zona donde levantó el Peine del Viento como su lugar, su patria. Este entorno natural es “el origen de todo. Él es el verdadero autor de la obra. Lo único que hice fue descubrirlo. El viento, el mar, la roca, todos ellos intervienen de manera determinante. Es imposible hacer una obra como esta sin tener en cuenta el entorno. Es una obra que he hecho yo y que no he hecho yo”, explicó en cierta ocasión Chillida.
El verdadero nombre de este conjunto monumental es Peine del Viento XV. Y es que se trata de la decimoquinta obra de una serie de esculturas que empezó en 1952. Ese año, Chillida creó su primer peine, soñando con colocar una escultura frente al horizonte.
El museo Chillida Leku, dedicado a la obra del escultor, acoge una muestra sobre la serie Peine del Viento donde comprender en profundidad todo el conjunto. Este museo se encuentran ubicado en el caserio Zabalaga, cerca de San Sebastián.
Chillida realizó buena parte de sus obras de hierro en Patricio Echeverría, una de las mayores empresas metalúrgicas del País Vasco, ubicada en Legazpi, en cuyo museo se pueden observar las herramientas de trabajo del escultor y sus bocetos. La fábrica tiene su origen en las ferrerías que había en la zona desde la antigüedad.
A día de hoy, se conserva y se puede visitar la de Mirandaola, que data del siglo XV. También contamos con un Museo del Hierro, donde está documentada la importancia clave que ha tenido este metal en el desarrollo del País Vasco.
Eduardo Chillida fue un artista mundialmente reconocido desde los años 70, que expuso con otros creadores de la talla de Rothko, Braque, Chagall, Miró, Giacometti y Kandinsky. Pero nunca perdió el vínculo con los elementos clave de su cultura vasca: el hierro, la piedra y la naturaleza, como bien constataremos al visitar el Peine del Viento en mi walk por San Sebastián, donde uno siente fundirse con la misma.
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